Yabarí, de Lola Robles.

Ficha técnica 

Título original: Yabarí.
Autora: Lola Robles.
Editorial: Cerbero.
Nº de páginas: 213.
Precio: 5€
Año de publicación: 2017.

Reseña.

Muriel Johansdóttir es una periodista de la Tierra que llega al planeta Yabarí con intención de descubrir los supuestos crímenes que se están realizando allí. Empresas explotadoras se están dedicando a desbaratar la selva a costa del bienestar de los yabaríes, incumpliendo tácitamente los Derechos Humanos Universales. A lo que tendrá que enfrentarse la periodista para cumplir su misión, y lo que descubrirá por el camino, es de lo que trata Yabarí.

Yabarí tenía todos los ingredientes que necesita una novela para gustarme. Tenía un tema interesante, la explotación ecológica, que se puede tratar desde muchas perspectivas en la ciencia ficción y que nos atañe directamente a los lectores contemporáneos (y probablemente, futuros); una protagonista femenina fuerte, con las agallas necesarias para hacer las maletas e irse a otro planeta a jugarse la vida para luchar por lo que cree; una historia de la mano de una escritora española con renombre, Lola Robles, lo cual aseguraba una experiencia lectora excepcional; y una portada que desde luego incitaba a la lectura (de David Rendo, por cierto).

Por eso me dio mucha pena acabarlo y darme cuenta de que me había defraudado un poquito. Se me había hecho demasiado corto (obvio, es una novela corta). Había cosas que no me habían quedado claro. La historia daba más de sí. Estaba un poco enfadado porque no me hubiera gustado tanto. Pero el balance era bueno. La historia me había gustado, y trataba temas interesantes. Así que le di tres estrellas en Goodreads y seguí con mi vida (mi goodreads es este, por si no me seguís!). Pasó el tiempo, un mes o así. Y me dio por volver a buscar la novela en el Kindle y echarle un vistazo. Me puse a pensar, y una vez reposada, creo que me ha gustado mucho más que al principio.

Voy a tratar de explicaros por qué.

Yabarí es una historia corta. 213 páginas, y de esas 213 páginas, todas son una maravilla. La historia trata temas interesantes, que como ya he dicho, nos interesa a todos, y no solo eso, además está bien narrada. Se notan las tablas que tiene Robles y lo que disfruta contando esa historia. Las descripciones del planeta son una maravilla. Al lector lo pone en situación, lo mete de golpe en la selva de Yabarí junto con Muriel, y juntos descubren lo que está pasando allí. Y como Muriel, el lector descubre que es injusto. Uno aprieta los puños con rabia al leer lo que empresas de la Tierra están haciendo en ese planeta, y más todavía al comprender que no es muy diferente de lo que se hizo y se hace en otras partes del mundo. De ahí, supongo, la etiqueta que se le ha puesto en otras reseñas de "ciencia ficción ecológica". Al lector le hace pensar sobre esas cosas, y eso es desde luego un punto a favor para la novela y para Robles. Yabarí es pura crítica y eso es siempre necesario.

El problema que yo tenía con esta novela, y la razón por la que dejó un poco frío al Eduardo Norte del pasado, es por el final. Voy a hacer algún que otro spoiler, así que si no te lo has leído y quieres hacerlo, yo que tú me saltaría los dos siguientes párrafos. Me quedé esperando una segunda parte, un capítulo más, un epílogo, algo. Lo que sea. El lector se ve abocado a un final precipitado cuando parece que la historia empieza a alcanzar el clímax. Ese fue el motivo por el que le dejé con tres estrellas.

Tiempo después, ya reposada, me dio por reflexionar. Y ahora creo que es el final que esta historia necesitaba. Lola Robles dijo que todo está dispuesto con la intención justa y la medida que ella quería, en lo que incluimos supongo el final un tanto abrupto y abierto de la novela. Como ya he dicho, Yabarí es pura crítica. Pone en el punto mira temas ecológicos, racismo y de esclavitud, y hace comprender al lector las consecuencias de nuestro bienestar y lo que otra gente, en otra parte del mundo, tiene que pagar por él. El hecho de que acabe con Muriel subida a la nave, con las pruebas de lo que sucede en Yabarí, con la posibilidad en el aire de que se encuentre una solución para los yabaríes, da al lector la oportunidad de imaginar el final que mejor le convenza. Y le da cierta desesperanza. 

— Nadie ha dicho que vaya a ser fácil ni rápido. Pero yo confío en que habrá una solución para Yabarí. Siempre hay personas justas en todos los mundos. 

La novela no da al lector ninguna respuesta, casi no da ni esperanzas, porque el sistema burocrático, empresarial y periodístico de la Tierra actual no da para muchas alegrías, y para la Tierra del futuro, tampoco. Uno puede ponerse optimista y decir: qué bien, Muriel tiene las pruebas de lo que está pasando en Yabarí. ¡Seguro que ahora se desmantela toda la corrupción y las cosas empiezan a cambiar en el planeta! Pero la temática y el tono de todo el libro llevan a uno a pensar de un modo un tanto más realista, y decirse: la pobre Muriel no va a llegara ningún lado con esa información, y que no se la acaben cargando. Supongo que el final abierto no es sino otra forma de recalcar la incertidumbre por la que Yabarí tiene que pasar. El "¿y ahora qué?" al que el lector se enfrenta es el mismo al que se enfrentan los yabaríes, que tienen que ver como destrozan su planeta y se los cargan mientras esperan a que alguien encuentre una solución a su problema. Una solución, por cierto, que no beneficia a ningún habitante de la Tierra. 

Otra cosa a señalar es que la edición digital tenía varias erratas y fallos de maquetación. No sé cómo estará  la versión en físico, la verdad. La editorial está haciendo un trabajo excelente (tengo la mitad de su catálogo y no tengo intención de parar), pero creo que a la versión en digital le faltaba una revisión. Es el único fallo que podría sacarle a una novela que me ha parecido, después de reposarla unos meses, una maravilla para los sentidos.

Así que después de haberme reconciliado con el final, y pasando por alto las erratas, me ha parecido un libro redondo. Ya lo recomendaba antes por la historia, la crítica, la narración y las descripciones. Ahora lo recomiendo como obra redonda.

¿Y tú? ¿Has leído Yabarí? ¿Qué te pareció? ¡Déjame un comentario, que me interesa! 

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